Cada vez es mayor el número de novias que optan por un segundo vestido durante la celebración nupcial. Esta decisión se debe a varias razones entre las que destacan; la comodidad, tradición, protocolo o simplemente para sorprender. Sin embargo, antes de apostar a este cambio de atuendos, estas interrogantes te inquietan ¿es correcto apostar por un outfit adicional?, ¿en qué momento hacerlo?, ¿cómo debería ser?. Sigue leyendo y aclara todas tus dudas antes del gran día.
¿ES CORRECTO?
Lo primero que debes saber es que todo lo que te haga sentir bien e impactar ante los demás, es correcto. Es por ello que cada año, las grandes firmas hacen creaciones magistrales que ofrecen mucha variedad; desde increíbles vestidos largos y sofisticados, hasta la síntesis de una frescura casual a través de trajes cortos, para que cada novia elija a su gusto uno o dos cambios para su boda.
MOMENTO PRECISO
Una vez tomada la decisión de lucir dos trajes, es necesario que pienses cuando hacer la transición. Generalmente, se recomiendan dos instantes claves del día: antes de la recepción, pues no solo te dará tiempo de tomarte muchas fotografías en la iglesia con el look principal, sino sorprender a tus invitados con un veloz cambio de ropa. Otro momento seleccionado por la mayoría de las novias, es antes del primer baile, por razones de comodidad.
DISEÑO IDEAL
Existen ciertos parámetros a tomar en consideración al momento de elegir los diseños; uno de ellos es el estilo. Por ejemplo, si tu boda es vintage los trajes nupciales deben seguir esa misma línea. Luego, decide el corte, para el primer vestuario es importante optar por un vestido largo y más formal, pero el segundo, siempre es corto, casual y si lo deseas, súper sensual. Otra opción aceptable, es utilizar una confección desarmable que te regale segundos extra, que los puedes aprovechar componiendo peinado y maquillaje.
PEINADO Y MAQUILLAJE
Actualmente, hay muchas técnicas de maquillaje para cualquier ocasión, pero es fundamental aquella que elijas se adapte perfectamente a ambos vestidos, puesto que el momento del cambio es corto y no te dará tiempo de reemplazar la apariencia de tu rostro. En cuanto al peinado, lo más recomendable es pedir el consejo de tu estilista para seleccionar un recogido que exalte el traje principal y otro con mayor naturalidad, para el outfit adicional.