La exfoliación es muy importante para mantener tu rutina de belleza, pues te ayuda a deshacerse de células muertas e impurezas mientras deja tu cutis saludable todo el tiempo. A continuación encontrarás una guía rápida que te mostrará cómo hacer exfoliantes caseros para tener una tez perfecta, sin complicaciones.
AZÚCAR, COCO Y VAINILLA
Para realizar este exfoliante solo necesitas mezclar media taza de aceite de coco, azúcar morena y una cucharadita de extracto de vainilla, masajea repetidas veces tu rostro de manera circular, enjuaga con agua fresca y ¡listo! Este procedimiento te brindará una completa hidratación y es perfecto para pieles secas, ¡además huele delicioso!
AVENA HIDRATANTE
Sácale provecho a las propiedades de la avena para exfoliar tu rostro; combina tres cucharadas en hojuelas más 1/4 de taza de leche y déjala reposar hasta que se torne espesa, espárcela sobre tu cara y espera varios minutos. Con este maravilloso facial le darás la hidratación necesaria a tu piel. Si posees un cutis graso, sustituye la leche por agua.
MIEL REVITALIZADORA
Uno de los productos más utilizados para tratamientos de belleza es la miel; es increíble para revitalizar tu piel, dejándola suave y muy hidratada. Es súper sencillo: solo dispón en un envase, una cucharada de miel, dos almendras molidas y una cucharadita de jugo de limón. Aplica, deja actuar por 15 minutos y luego remueve con agua fría. ¡Resultados al instante!
MASCARILLA DE ZANAHORIA
Limpia y pela una zanahoria, luego córtala en trozos pequeños y junto a un poco de crema hidratante especial, licúala en un batidor potente. Después esparce sobre el rostro durante 15 minutos; eliminarás células muertas en segundos y obtendrás la piel revitalizada que siempre buscaste.
FACIAL DE ARCILLA
Si además de exfoliar quieres remover impurezas o aclarar tu piel, apuesta por los faciales de arcilla gris. Combínala con agua mineral hasta crear una pasta consistente y espárcela por tu rostro. Existen otros tipos de arcillas como; la blanca, roja y rosa, ideales para hidratar, limpiar y suavizar, respectivamente.