Muchos opinan que la luna de miel es la mejor parte de la boda, y no están del todo errados, pues se trata de un fabuloso viaje para disfrutar en pareja y olvidarse del estrés y las preocupaciones. Si quieres disfrutar de una aventura increíble que no requiera un presupuesto excesivo, no te pierdas estos útiles consejos para conseguir ahorrar un poco durante tu luna de miel ¡gasta menos y disfruta más!
ELIGE BIEN EL DÍA DEL VUELO
Las tarifas de los boletos suelen variar bastante en función del día que elijas, así que asegúrate de seleccionar una fecha fuera de temporada. En caso de que viajes dentro de tu país es favorable que sea un domingo, ya que puedes evadir a los pasajeros de negocios. Por otra parte, si tu destino es internacional opta por los lunes o martes. Además, no te olvides de chequear la meteorología del lugar para el momento de tu viaje.
BUSCA UN CAMBIO DE MONEDA FAVORABLE
Una opción básica y bastante útil si quieres ahorrar en tu viaje es elegir un destino donde tu moneda sea más fuerte que la divisa local, así podrás sacarle mejor partido a tu dinero y te resultará bastante económico. ¡El Caribe es una excelente alternativa!
UTILIZA EL TRANSPORTE PÚBLICO
Averigua el nivel de seguridad del lugar al que irás, además de sus métodos y rutas de transporte público. Usar el tren, metro o autobús no solo te ayudará a ahorrar dinero, también te evitará largos ratos en el tráfico y como beneficio extra, te permitirá sentirte mucho más cercano del sitio que visitas, y por ende nutrirte mucho más de su cultura.
NO CONFIES EN LOS PAQUETES
En muchas ocasiones es fabuloso decir que celebras tu luna de miel ya que los hoteles ofrecen extras de cortesía para las parejas de recién casados. Sin embargo, no es conveniente confiarse en los paquetes. Cerciórate de lo que realmente incluye el combo y compáralo con los precios individuales, a veces no vale la pena obtener productos que realmente no te interesan.
COME FUERA DEL HOTEL
A menos que cuentes con un paquete todo incluido, te resultará mucho más económico cenar en algún restaurant local. Socializa un poco con los lugareños y pregunta acerca de algún buen sitio para comer, te asombrará lo baratos que pueden resultar los establecimientos y rincones que te recomienden, al menos en comparación con los lugares destinados para turistas.