Planificar juntos el día de la boda es algo maravilloso que todas las parejas sueñan hacer. Pero la realidad no es tan rosa como parece, lo cierto es que para llegar al gran día hay que seguir varios pasos fundamentales y trabajar en equipo para que los resultados sean todo un éxito.
FECHA Y PRESUPUESTO
Elegir la fecha es lo principal que deben hacer. Lo ideal es empezar a planificar un año antes, pero como mínimo deberían iniciar con seis (6) meses de anticipación. Este tiempo es vital para poder planificar el presupuesto de los gastos que conlleva la celebración: invitaciones, banquete, trajes, música, entre otros detalles que decidan incluir.
DOCUMENTOS AL DÍA
Si van a realizar una boda civil y/o por la iglesia, es necesario tener al día toda la documentación pertinente, así como la partida de nacimiento, carta de soltería, de bautizo (dependiendo de la religión de ambos) entre otros pliegos que vayan a ser solicitados.
LISTA DE INVITADOS
Hacer una lista de todos los asistentes a la boda es primordial, inicien con los familiares directos, como los padres, hermanos y abuelos, luego con los parientes y amigos más cercanos y por último, las personas como jefes o compañeros de trabajo que deseen que asistan. Esto no solo les ayuda a no dejar a nadie por fuera, sino que además les permite calcular con precisión el presupuesto.
AROS O ANILLOS
La elección de las alianzas debe hacerse en pareja, tienen que llegar a un acuerdo del material y forma que desean.
BUSQUEN AYUDA
No hagan todo ustedes mismos, a veces las novias llevan la carga más pesada en cuanto a la planificación. Si el presupuesto lo permite, soliciten la ayuda de un planificador de bodas, de no ser así, pueden solicitar la asistencia de algún familiar o de las personas que hayan elegido como padrinos de la boda.
ENFOQUE
Saber qué quieren para el día de la boda es la base para llevar a cabo el resto de los elementos. La mezcla del gusto de ambos como pareja, además de saber lo que quieren, les dará la clave para llegar a la decisión final. Elijan si será al aire libre, en un salón de fiesta, si es de día o de noche o incluso ¡una boda en la playa!
VESTIDO Y TRAJE
El atuendo de ambos es fundamental. Es necesario que los dos se enfoquen en su vestimenta y planifiquen su compra o confección con antelación. Seleccionen los detalles como el color de los zapatos y los accesorios que vayan a utilizar ese día.
LUNA DE MIEL
Está claro que la luna de miel viene luego de la boda, pero no la van a planificar después de casados. Guardar algo del presupuesto para el viaje, debe estar entre la lista de prioridades. Elijan el lugar, compren pasajes y tengan listos sus documentos personales como el pasaporte si saldrán del país. Decídanse por un destino que a ambos les guste y que la estación del año les permita disfrutar.
OBSEQUIOS
Hay dos opciones muy en boga actualmente, una es solicitar el obsequio en efectivo. La otra opción es dirigirse a un establecimiento y hacer una lista de regalos que se desean, de tal forma, los invitados podrán ir al lugar y adquirir el obsequio que esté dentro de su presupuesto. Ambas ideas son recomendables, es cuestión de decidir cuál les conviene más.
DETALLES FINALES
Deben realizar la prueba del menú; así como la selección del banquete, los vinos y el pastel. También tienen que decidir la ubicación de los invitados en las mesas para el día del festejo. Seleccionar el peinado y maquillaje de la novia, además de prepararse psicológicamente para el gran día, son también cosas que deben finiquitar y dejar listas días previos.
Aunque planificar una boda es una labor ardua, no debe causarles angustia ni estrés. Recuerden el objetivo es expresar su amor mutuo ante todos sus seres queridos. Indudablemente esta será la primera prueba del verdadero trabajo en equipo.