Si eres de las personas que desean casarse por segunda vez, debes considerar que existen ciertas normas de protocolo que se tienen cumplir. En este post te presentaremos algunos aspectos que debes tener presente para mejorar los preparativos y marcar un sello personal con tu nueva pareja. ¡Ojalá esta vez sea por el resto de la vida!
Las segundas nupcias son celebraciones muy especiales para los novios y sus familiares. Sin embargo, para que una pareja anuncie su matrimonio, deben estar legalmente divorciados. Pero en el caso de ser personas viudas, lo más adecuado es aguardar al menos un año de luto antes de volver a casarse, esto es como símbolo de respeto a la memoria de la pareja difunta.
No existe algún impedimento para que una pareja se case por segunda vez, así que lo mejor es celebrar una boda totalmente distinta a la anterior. Si la pareja desea bailar el vals o arrojar el ramo como la novia lo hizo en su primera boda; pueden hacerlo sin ninguna restricción. También pueden realizar algún ritual que vaya más allá de alianzas, para hacer de la ceremonia un momento inolvidable.
EL VESTIDO DE LA NOVIA
Para las novias resulta un poco tedioso elegir su segundo vestido nupcial, debido a que en esta nueva oportunidad desean probar cosas distintas, más audaces y menos convencionales. Aunque existe una extensa variedad de estilos, la futura esposa suele usar un atuendo en tonos claros, pero jamás blanco; para mantener la sobriedad que implica dicha ocasión. Mientras que para el novio no existen modificaciones con respecto al traje tradicional, eso sí, debe cumplir con la etiqueta del tipo de ceremonia que van a realizar.
LOS HIJOS TAMBIEN PARTICIPAN
Cuando hay hijos de matrimonios anteriores, es importante que la pareja tenga una libre comunicación con los chicos, permitiendo que ellos sean los primeros en enterarse de esta unión conyugal. Lo más recomendable es hacerlos partícipe de la ceremonia como madrinas o padrinos de boda, llevando los anillos, regando pétalos de flores durante el enlace nupcial, o quizás se conviertan en los anfitriones de la gran fiesta.